Balances existenciales

En ocasiones hago balance de este año que ha pasado, que yo me planteé como transitorio. Me paro a pensar... ¿cómo no lo hago nunca, verdad? :-)
Normalmente a pesar del pesimismo que me rodea, suelo ser optimista en este tipo de cuestiones. Pienso que ningún segundo es desperdiciado, ninguna tarde, ninguna decisión que posteriormente consideramos equivocada. De todo se aprende, de cada vivencia, de cada conversación.
Miro hacia atrás y me pongo a recapacitar: ¿qué he sacado de provechoso este año en Sevilla?
Cuando emerge mi lado pesimista, pienso que he perdido el tiempo, que a pesar de los agobios, de los estresses, de todas las asignaturas de ambas especialidades que he conseguido superar... me he quedado con la miel en los labios, y no puedo decir eso de: lo conseguí, soy licenciada en dos especialidades en cinco años.
En las cuestiones personales, aun no encontré a nadie que me haya hecho sentir mariposas en el estómago. Sigo y continúo sola, que al mismo tiempo, para mi era un reto personal. Conseguido. Soy capaz de estar sola, pero... ¿en el fondo a todos no nos gustaría que alguien estuviese dispuesto a enfrentar la vida compartiendo los buenos y los malos momentos?
Cuando emerge mi lado optimista, pienso que he tenido la fuerza para sobrevivir sola este año, que he conocido a unas personas maravillosas, y las que ya existían siguen estando ahí, que sigo buscando mi camino a pesar de los palos que da esta vida tan dura, o tan maravillosa. Qué he sido capaz de estar sola por no encontrar a la persona adecuada, nunca es una buena razón aferrarse a lo primero que se presenta por el miedo a estar solo. Y yo eso lo considero un logro.
¿Todo depende del punto de vista desde el cual se mire, me equivoco? ¿Qué pensáis vosotros?